En una playa barcelonesa aparece el cadáver de un hombre joven, con la cara comida por los peces y que lleva tatuada en el brazo la frase: "He nacido para revolucionar el infierno". Así comienza un extraño enigma. Para empezar hay que encontrar un nombre a este muerto, averiguar su identidad. Este es el encargo que recibe Pepe Carvalho, detective gallego, ex agente de la CIA y escéptico vocacional, lo que no le impide disfrutar y saborear los placeres de la buena mesa y la buena cama. Entre los bajos fondos de Barcelona y las calles y canales de Amsterdam, Carvalho no tardará en dar con la respuesta.