Tras la copla infame que hacía imposible su vida en Calatayud, la Dolores huye. En otro pueblo encuentra acomodo y un esposo viudo con una hija. Ésta y el hermano de quien lanzó la injuriosa jota hacen de nuevo la vida imposible a la desdichada Dolores que, pasados unos meses y muerto el marido, tiene que emprender sola y derrotada una amarga existencia por los caminos de Aragón.