Laurel Canyon, una calle que atraviesa el corazón de Hollywood Hills, ha sido desde siempre el hogar de músicos, actores, artistas y otros bohemios. En ella vive Jane (Frances McDormand), una veterana productora de música que intenta conseguir el éxito para una banda británica cuyo cantante Ian (Alessandro Nivola) es su joven amante. Sam (Christian Bale), el hijo de Jane, y su novia Alex (Kate Beckinsale) se acaban de graduar en medicina en Harvard. Ambos, conservadores y serios, se trasladan a Los Ángeles con la intención de completar sus estudios y quedarse a vivir en casa de Jane.