Las adversidades se le acumulan a Julie Portman: un divorcio, una crisis financiera y las tensiones con su hija adolescente Emma. La situación se agrava cuando los médicos diagnoistican que la chica tiene un tumor maligno en un brazo. Emma reacciona con miedo, pero el miedo la unirá fuertemente a su madre, y esa unión le dará ánimos para sobrellevar el terrible tratamiento que deberá seguir para superar el cáncer.