En 1797 se produjo la botadura del "Constitución", una de las primeras fragatas estadounidenses diseñada, en principio, para acabar con la tiranía de los piratas berberiscos, que asolaban los mares y exigían tributo a las naciones. A partir de este dato histórico, se mezcla la ficción: un joven de Salem trata de embarcar en el "Constitución", pero por el camino encontrará a un par de lobos de mar embaucadores. Los tres, por distintas vías, se reunirán en una nave que, sin proponérselo, seguirá la estela del "Constitución".