Gillie, una niña de doce años que vive en un pequeño pueblo británico, presencia casualmente un asesinato: Korchinsky, un marinero polaco, en un arrebato de ira, mata a su amante después de encontrarla con otro hombre. Gillie recoge el arma del crimen e intenta huir; Korchinsky consigue alcanzarla, pero es incapaz de hacerle daño. Entre ambos se crea un extraño vínculo afectivo, que lleva a Gillie a despistar a la policía para salvar a su nuevo amigo.