El barón Friedrich Zorn (Robert Hardy), un noble austriaco del siglo XIX, encarcela en su castillo a sus hijos, Emil (Shane Briant) y Elizabeth (Gillian Hills), porque cree que están poseídos por "demonios de la mente". El barón ha llamado al Dr. Falkenberg (Patrick Magee), un psiquiatra radical por cuyas peligrosas teorías tuvo que huir de Viena, para ver si el doctor puede "curar" a sus hijos, que se han convertido en locos monstruosos.