Es 1915, y Tina y Biel descubren un valioso tesoro en su isla de Menorca y deciden utilizarlo como moneda de cambio para poder viajar con su madre a Argel, que ya está allí buscando trabajo. El mayor deseo de estos dos hermanos es llegar al país africano y para conseguirlo piden ayuda a Rom, un hombre solitario que no rinde cuentas a nadie.