Alex y Kim desean adoptar a una niña tailandesa. El problema es que el gobierno de Tailandia no dejaría adoptar a una pareja homosexual como lo son ellas. Así que Alex recurre a su hermano, César, dueño de un concesionario a punto de la bancarrota, que acepta, gracias a una suculenta ayuda financiera, a hacerse pasar por el marido de Kim. Todo lo que haga será poco para aparentar un matrimonio perfecto y apto para adoptar.