Huyendo de la policía estatal de Nevada, Kimble viaja con la hermana Veronica, una monja que viaja a Sacramento, donde planea renunciar a sus votos. Después de arreglar su auto cuando se descompone, Kimble acepta viajar con Veronica solo a la estación de tren más cercana. Pero Veronica cree que Kimble es su salvador e insiste en que la acompañe hasta Sacramento.