Presionado por la policía para que consiga pruebas contra Mauricio, Luisma acudirá a su boda con micrófonos camuflados para lograr la tan ansiada confesión.Bajo la amenaza de ser encarcelado, la policía obliga a Luisma a obtener pruebas que demuestren que Mauricio ha robado fondos públicos. El tiempo pasa, la presión policial aumenta y Luisma no consigue una confesión del dueño del Bar Reynols, por lo que asiste a su boda con un micrófono bajo el