En 1927, Tokio está siendo reconstruido. Noritsugu Hayakawa planea construir un metro subterráneo para modernizar la ciudad, y contrata para ello a Torahiko Terada para supervisar la construcción. Pero Kato comienza a utilizar feng shui para producir un terremoto todavía más violento que el anterior. Las obras del metro son detenidas por ilusiones demoníacas en su interior, poe lo que Shibusawa trae a un expero en feng shui, Shigemaru Kuroda, el cual analiza la situación y encuentra un desequilibrio energético en el terreno. Como los trabajadores no pueden acceder al lugar, Terada toma una nueva dirección en sus planes y recluta la ayuda del doctor Makoto Nishimura para utilizar su enorme robot Gakutensoku para finalizar la construcción. Entre tanto, una miko llamada Keiko Mekata es contactada por el espíritu de Masakado para detener a Kato. Con el tiempo, Keiko se casa con Yoichiro Tatsumiya, dando así protección espiritual a toda la familia. Kato posee a Yukari e intenta asesinar a Yukiko, pero los poderes espirituales innatos de ésta despiertan y lo impiden, revelando a Keiko el don de la niña. Al mismo tiempo, dado que el espíritu de Masakado está compensando los efectos sísmicos de Kato, éste cambia su plan, decidiendo secuestrar a Yukiko y usarla como un sacrificio y amplificar el desequilibrio. Keiko frustra su primer intento de secuestrarla con shikigami, por lo que el onmyoji cambia de estrategia y ataca la casa Tatsumiya con un gigantesco espíritu, siendo detenido por el poder de Keiko. Finalmente, consigue huir con Yukiko tras una distracción de la sacerdotisa, y ésta les persigue. Kato llega hasta la vena de energía subterránea, donde los tres penetran; allí Yasunori ofrece a Yukiko en sacrificio al dragón subterráneo para finalizar su plan, y Keiko, desposeída de su poder por el aura del lugar, le confronta, mientras Yukiko empieza a ser abosrbida por la vena. Al mismo tiempo, Terada y Kuroda penetran en el lugar a bordo de Gakutensoku; mientras Shigemaru combate a los shikigami de Kato, Terada autodestruye el robot y disipa la energía de la vena. Como consecuencia, Keiko se ve librada de la restricción y utiliza su poder para expulsar a Kato. Poco después, Kuroda y Terada vuelven al metro, donde anuncian que la construcción seguirá, y Keiko rescata a Yukiko, sana y salva.