TK y Patamon ven que Leomon se acerca, por lo que se esconden en el bosque; Ogremon aparece también. Cuando los digimons malvados están por destruir a TK y Patamon, llegan Tai y Matt con Greymon y Garurumon, que comienzan a luchar contra ellos. En medio de la pelea, varios engranes negros se insertan en Leomon, que crece de tamaño y aumenta su poder. Éste es tan poderoso que los vence con facilidad, quedando TK y Patamon indefensos. Leomon atrapa a Patamon, pero de pronto Mimí e Izzy aparecen con sus digimons para ayudar a los demás, y les enseñan que los digivices sirven para vencer al mal, por lo que Tai y Matt apuntan a Leomon, que vuelve a la normalidad, mientras Ogremon huye. Ahora que Leomon es bueno, les cuenta a los muchachos la profecía de los Niños Elegidos, que se estaba cumpliendo con su llegada al digimundo. Los cinco niños parten decididamente junto a Leomon al monte Muguen para enfrentar su destino. Mientras tanto, Devimon incrementa su poder absorbiendo a Ogremon y a los engranes dispersos por el digimundo. Devimon se vuelve gigante y con su ataque evita que los digimons se transformen. Afortunadamente, llegan Sora y Joe con Ikkakumon y Birdramon, que lo atacan por la espalda, y los demás digimons, excepto Patamon, aprovechan para digievolucionar. Sin embargo, Devimon es tan poderoso que sus ataques no le hacen nada, y derrota a los seis digimons con facilidad. Devimon se dispone a acabar con TK, el único niño que le suponía un peligro, y todos los digimons hacen uso de todas las fuerzas que les quedan para rescatarlo, pero no pueden retenerlo. Patamon se lamenta por no poder digievolucionar para evitarlo, y Devimon atrapa a ambos; pero entonces, al estar TK en peligro, de su mano comienza a salir luz y Patamon digievoluciona en Angemon. Devimon está estupefacto, y Angemon reúne el poder sagrado de todos los digivices para destruirlo con su ataque. Pero era tanto el poder que había reunido, que tuvo que sacrificarse, convirtiéndose en un digihuevo.