1934. Arturo tiene 36 años, un trabajo de prestigio y bien remunerado, una mujer con la que mantiene una difícil relación y cuatro hijos, y además, una amante, María, su secretaria en la oficina de patentes. Después de tres años de República, España se prepara para unas nuevas elecciones, en las que Arturo participará activamente apoyando a las izquierdas.