Lenka y Alisa regresan a la Sede del Extremo Oriente, pero Alisa sufre de estrés post-traumático y el God Arc de Lenka ha sufrido graves daños, con lo que retiran a ambos del servicio temporalmente. Los recuerdos de su batalla con el brutal Dyaus Pita siguen torturando a Alisa, y su incapacidad para controlar su miedo le frustra. Cuando Lindow pregunta por qué unos poderosos Aragami se dirigen hacia la Sede del Extremo oriente, Tsubaki le muestra unos datos que lo dejan sin palabras. Mientras tanto, el Dr. Sakaki investiga cómo es posible que el God Arc de Lenka se haya roto. Pese a la carencia de Nuevos Tipos, el director de la Sede está por comenzar una nueva estrategia de batalla.