La adaptación de nuestros protagonistas a su nueva vida de emigrantes continúa, pero las diferencias entre alemanes y españoles no lo pondrá nada fácil. Jaime tiene un incidente de tráfico al golpear con su moto de reparto a un coche. Algo tan normal en España como dejar una nota con sus datos, se convierte en un problema para él, ya que en Alemania eso se considera darse a la fuga. Por otro lado Álex comprobará que hay de cierto en el mito de que los alemanes no tienen sentido del ritmo, al intentar dar clases de baile a Ulrike para que aprenda una coreografía que tiene que hacer para la boda de una amiga.