Varias ruedas comienzan a girar en la sede de ACCA como la perspectiva de un golpe se cierne cada vez más cerca. Después de recibir otro cigarrillo en Yakkara, Jean se dirige a Pranetta, donde sólo se pueden encontrar piedras y arena, y los habitantes viven bajo tierra. A pesar de vivir en condiciones tan duras, la gente de Pranetta está llena de esperanza de que su industria minera tendrá éxito.