Mo Fan consigue huir del Manantial Sagrado y ahora es el portador y protector del mismo. Sin embargo, es consciente de que no está a salvo al ver con horror como la ciudad es un caos absoluto. Cientos de monstruos campan a sus anchas por las calles, matando y devorando a todo ser vivo que encuentran, mientras las defensas se desmoronan una detrás de otra. Sin embargo, Mo Fan decide regresar a la ciudad para intentar salvar a su padre y a su hermana.