Una terrible tempestad azota la balsa, poniendo en peligro la vida del grupo. Llegan de nuevo a la playa. Allí, explorando, y con la ayuda de Tico, Willy Fog descubre la prueba irrefutable que pidiera el banquero Sullivan: la daga de Arne Saknussemm junto a un túnel con su nombre grabado en la entrada. Una enorme roca impide el paso y deciden volarla con pólvora para continuar el viaje. Encienden la mecha y buscan protección en la balsa, alejándose de la orilla, la explosión es terrible.