Antonio cumple 57 años en el peor de los momentos. No atraviesa una buena racha, ni laboral ni profesional, teniendo en cuenta que la empresa de banderas no va tan bien como le gustaría y su relación con Mercedes parece estar en punto muerto. Miguel decide organizarle una comida sorpresa con sus hijos para animarle, pero ni eso acaba saliendo bien. Por otro lado, Mercedes vuelve al comedor social con Lucas y parece que su relación es muy buena.