Esta es una historia de privilegios y excesos, pero de escasa justicia. La de un caso que recibió mucha atención mediática y que se centró sólo en la figura de Robert Chambers, el asesino. Hasta ahora nadie había contado la historia de Jennifer Levin. Los periódicos sensacionalistas de los años 80 la retrataron como una chica promiscua y a él como a un buen chico que iba a la iglesia regularmente y que mató a la joven por accidente al tratar de defenderse. En esta serie se revelan pruebas que no fueron admitidas en el juicio y se examinan las circunstancias que hicieron que la historia se desarrollara tal y como lo hizo: la desmesurada ambición de EE.UU. en los 80’, el arrogante estilo de vida de los privilegiados estudiantes preuniversitarios de Nueva York, el sexismo, el elitismo, una guerra mediática sin cuartel que culpó a la víctima y un sistema judicial defectuoso.