Cuando Sole padece los primeros síntomas de varicela, ninguno de sus amigos quiere estar cerca de ella. Aída busca a alguien que haya pasado la enfermedad y pueda hacerse cargo de Sole. El único candidato es el frutero. Tras la llegada de Mónica y el acoso financiero al que fue sometido, Gonzalo vendió el bar y desde ese momento no sabe qué hacer con su tiempo libre. Para que se anime, Vero decide prepararle una cita a ciegas con Almudena, una mujer divorciada con muchas ganas de recuperar el tiempo perdido. Una vez al frente del negocio, Mónica necesita un nuevo encargado para el bar y Sergio ha decidido convertirse en el candidato perfecto.