El detective Albrecht investiga una serie de invasiones caseras violentas que parecen más partidos que robos. Pide a Draven que mantenga sus orejas peladas en el apagón para cualquier charla que pueda conducir a una pista. Sin embargo, a través de su amiga, Kyle Barber, Sarah tiene la llave real. Kyle está implicado profundamente con un culto nihilistic de los niños disenfranchised que están siendo manipulados por un líder carismático, sociopathic, Shane Gant (JR Bourne). Utiliza el próximo Milenio como un poderoso mecanismo de control, instando a sus seguidores a no creer en nada más que en sí mismo. Draven, un hombre que también tiene buenas razones para creer en nada, se ve obligado a dejar de lado su propia alienación. Al exponer al líder, logra liberar a los seguidores, dándoles esperanza en sus vidas de otra manera desesperadas.