Emma Swan vive una vida solitaria y tranquila en Boston hasta que Henry, el hijo que dio en adopción cuando era un bebé, la encuentra y le pide ayuda. El chico cree que Emma procede de un mundo alternativo y que es la hija perdida de Blancanieves y el Príncipe Encantado. Emma no cree ni una palabra, aun así decide acompañar a Henry a su pueblo, Storybrooke, y allí se da cuenta de que los personajes de los cuentos están representados en la vida real.