En una cruzada por reconstruir una nación destruida por la Guerra de Secesión, Cornelius Vanderbilt es el primero en ver la necesidad de unión y así recuperar su posición en el mundo. Vende su empresa de transporte naviero para invertir todo en el ferrocarril, convencido de que era la mejor estrategia para conectar el Este y el Oeste de los Estados Unidos, como nunca antes se había hecho.