Worf recibe la visita de Kor, un veterano héroe de guerra, que le pide ayuda debido a que por su incontrolable ambición de poder se ha forjado numerosos enemigos dentro del Imperio, lo que le impide ser asignado como comandante de ninguna nave klingon. Worf se pone en contacto con el general Martok que, pese a sus reticencias, se verá obligado a aceptarlo como tercer oficial en su nave insignia.