Es hora del festival escolar anual y Misaki quiere aprovechar la oportunidad para mejorar la imagen de la escuela y animar a más niñas a inscribirse. Sin embargo, surgen problemas con la clase 2-2 porque las propuestas de actividades de los niños son intentos de explotar sexualmente a las niñas. Los muchachos le piden a Usui que la convenza, aunque él pone muy poco esfuerzo en ello. Sobre la sugerencia de las tres niñas de la clase, Misaki decide que la clase 2-2 tendrá un café. Más tarde, Usui advierte a Misaki que su hostilidad hacia los niños eventualmente será contraproducente. En el día del festival, las cosas van bien y hay un gran número de niñas. Sin embargo, ella descubre que los chicos de la clase 2-2 hacen cosplay con trajes militares de época, se hacen cargo del café y acorralan a las niñas como prisioneras.