Lejos de tranquilizar a Eva, la llamada de Bastien la sumerge aún más en la preocupación. La voz de su marido no era nada natural, y parecía hablar bajo coacción. Eva está convencida de que está en peligro, pero cumple con la petición de Bastien de no hablar de ello a la policía. Eva se entera poco después de que Serge Leroux, el hombre responsable del drama que la había traumatizado unos años antes, acaba de ser liberado de la cárcel. Un nuevo golpe para la joven, que ve resurgir un pasado que hubiera querido enterrar para siempre ...