Alice recuerda su infancia con los Barone como si fuera una de esas series felices de comedia americana. ¿Pero fue así? Santo, el padre de Alice, le encarga deshacerse del cadáver de Salvo Ferraù, el Presumido. Pero la Abuela Lina sigue la pista del muerto. Y no es la única. Desde Calabria llegan los primos Ferraù: la pitonisa Assunta y el imprevisible Nereo, decidido a encontrar a su hermano...