Con el grupo de Kitami ahora desmoronándose, Kaiji continúa con su plan de comprar todas sus 30 tarjetas de papel. Más tarde, Funai se acerca a Kaiji con su propuesta de cambiar su estrella por algunas de las cartas de Kaiji, pero Kaiji se niega. Ahora que nadie puede confiar el uno en el otro, Funai decide proclamar que todos deberían reorganizar sus cartas, lo cual es una idea que arruinará por completo el plan de Kaiji.