Se encuentra una mano al pie de una urbanización. La mano de un niño, señalando el cielo... Niémans y Camille, que inician su investigación, descubren que otro caso intriga a la multitud: un asesino en serie, que ya ha asesinado a tres mujeres en la zona de Roubaix. Este "asesino del amanecer" actúa siempre de la misma manera: hiere gravemente a sus víctimas al amanecer y luego las remata brutalmente. El rastro de la mano lleva a los dos investigadores a un orfanato con una reputación problemática: el hogar Saint-Vincent. Cuando se producen otros dos asesinatos en un cementerio, rápidamente se dan cuenta de que los dos casos están relacionados.